Preludio

Un preludio, un relámpago de hielo, un futuro palpitante, el pasado es un bostezo.

El olvido en llamaradas, los rincones del pecado, sigo viendo en tu recuerdo un fortín hecho pedazos.

Y volvemos a la guerra, y volvemos al silencio, y rescatas de mi anhelo maquillajes de ocasión, para verme despojado, para verme a contratiempo, yo te espero en mi guarida con la Dama De la Hoz.

Viento en popa, a toda vela, cuando digo que te quiero, hieres hondo cuando besas y me llevas hasta el suelo.

La paciencia y su verdugo, los motivos del letargo, mi escondrijo bajo llave guarda quimeras por encargo.

Y volvemos a la guerra, y volvemos al silencio, y rescatas de mi anhelo maquillajes de ocasión, para verme despojado, para verme a contratiempo, yo te espero en mi guarida con la dama De la Hoz.

David López Mejuto.

Rastrojos y esperanzas

Y en la frialdad quimeras maltrechas habitan el olvido, desnudo ante la noche se desparraman mis sueños tullidos.

Son rastrojos sin esperanza que nunca encontrarán su sino, la beldad que ya es ceniza no alimenta mis latidos.

Miserables y mediocres son los pájaros de ensueño que funestas realidades pregonaron al viajero.

Caminante que solloza, pues su pena aún persiste en la falsa profecía de que algo aún existe.

Y resisten corazones, contradicen mis andanzas, mi pecado que es ser fuerte en la muerte y la bonanza.

Y cambiando de camino se conserva la alegría, nunca supe a ciencia cierta si es tu suerte o es la mía.

David López Mejuto.

Azul, tú eres azul.

Azul de abril, azul es tu claridad infinita. Azul de lluvia que todo empapa y que todo sacia. Azul tu voz y tu garganta.

Azules tus ojos, azules. Y entre los enrevesados paramos de mi mente solo reina el azul, tu azul que todo lo llena, que todo lo es, que todo alborota, que todo lo mueve, que todo lo invade.

Tu azul que es religión.

Y azules los versos que no sabré escribir jamás y que se escapan desconcertados.

Azul es el huracán que nos eleva incluso en los rincones más ínfimos de la existencia.

Azul eres tú, eres azul. Azul de verano en el invierno, azul de horizontes y esperanzas.

Azul infinito que me hace renacer cada día, azul de plegarias.

Todo eres tú y todo es azul.

David López Mejuto.